El Gobierno Nacional, en el proyecto de Ley de Presupuesto del año 2009 presentada al Congreso, incluyó en su artículo 34, una cláusula por la cual “se exime del pago del derecho de importación a las mercaderías, nuevas o usadas, destinadas a obras de infraestructura …” en el sector energético. Dichas obras deberán ser declaradas “como Proyecto Crítico por la SECRETARIA DE ENERGIA DEL MINISTERIO DE PLANIFICACION FEDERAL, INVERSION PUBLICA Y SERVICIOS”.
Lo arriba trascripto genera gran preocupación al conjunto de la industria nacional, por cuanto se están creando condiciones desfavorables para la competitividad de nuestra producción a través de la creación de mecanismos de excepcionalidad, afectando muy seriamente la producción local en los siguientes conceptos.
a) Aranceles y tasas: Eliminación de la protección a la producción nacional, definida por los aranceles aduaneros de importación. El universo de productos comprendidos es muy vasto e impredecible, tanto como que las mercaderías a importar sean parte imprescindible de las obras a las que se afecten. Se pone en competencia desleal al resto de las importaciones, incluyendo a aquellos bienes o insumos que formen parte del suministro de la industria local, potencialmente competidora en la provisión de los bienes para esas obras clasificadas como críticas.
a. Regímenes de importación y control de bienes usados: por la extensión potencial del universo de bienes que pueden ser comprendidos en esta excepción proyectada, se afectarían disposiciones de regímenes de prohibición, o de requerimientos de autorizaciones previas por autoridad competente, o de costos de importación.
b. Régimen de compre argentino: mientras es necesaria una mayor profundización del régimen de compre argentino –instrumento fundamental para que el poder de compra del Estado y de sus concesionarios de servicios públicos sirva para una política industrial efectiva, como en otros países, incluyendo los desarrollados – con este proyecto se lo debilita en áreas críticas de desarrollo de proveedores, que dependen casi exclusivamente de estas obras para colocar su producción.
e. Alteración de los acuerdos MERCOSUR: Perforación del Arancel Externo común e imposición de un nuevo regimen especial, mas allá de lo acordado oportunamente con los países socios. La eliminación de aranceles no solamente perjudicará la industria nacional, sino que licuará las preferencias de los países del MERCOSUR, por lo que habrá que negociar con ellos un waiver, con la eventual contrapartida correspondiente.
En general, medidas similares a las descriptas se han restringido a los bienes que no se producen localmente. Sin embargo, en el caso de las medidas anteriormente descriptas, se afectará especialmente un amplio universo de productos, actualmente cubierto por proveedores que han desarrollado inversiones y tecnología para la producción en nuestro país. Esto resulta incompatible con políticas que promuevan el desarrollo de valor agregado, la extensión de redes de proveedores y la mejora en el perfil productivo del país, afectando fundamentalmente las Pequeñas y Medianas Empresas.
En momentos en que la coyuntura internacional presenta riesgos indudables de recesión y sus consecuencias de aumento de las presiones para aumentar la importación, medidas como la incluida en el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional limitan el efecto multiplicador interno que tienen las obras de infraestructura del país y pueden generar un daño irreparable, afectando el empleo industrial, y definitiva afectando el proceso reindustrialización del país.
