La política industrial es parte de una agenda de desarrollo

El diario Clarín entrevistó a los economistas de la UIA para entender la actualidad del sector. Durante el reportaje, se abordaron las proyecciones para 2019, las 35 propuestas que elaboró la entidad con vistas a recuperar la dinámica industrial y el rol del sector en la inserción internacional del país.

05/02/2019

“La industria es productiva, pero por la política macroeconómica no es competitiva”. Así le dijeron al Económico, Diego Coatz, economista jefe de la UIA; Pablo Dragún, director del Centro de Estudios de la central fabril; y Gabriel Vienni, director de Departamentos Técnicos de la entidad. Sostienen que la política industrial de un país debe ser integral y que las ganancias de productividad que se logran quedan alteradas por los costos financieros y los vaivenes de las políticas macroeconomicas. “Puertas adentro” la industria argentina tiene la mayor productividad de América Latina.

—¿Cuál es hoy la situación de la industria?

Coatz: La industria cerró 2018 con una caída del 10% y a niveles similares al 2008. Son 10 años de estancamiento. La situación actual es muy compleja, con un arrastre de varios años, lo cual nos invita a debatir la agenda productiva y la política industrial de mediano plazo, que es lo que le falta al país. Se requiere una política de Estado, que va a más allá de un gobierno o de un ministro. El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, sabe y conoce muchísimo de la industria, pero la política industrial depende de Economía, que maneja las decisiones fiscales, del Banco Central, que maneja la tasa de interés de crédito, de la inserción internacional, de la política educativa…Se requiere una mirada integral.

—¿De sus palabras se desprende, entonces, que hoy no hay política industrial en la Argentina?

Coatz: Hace muchos años que no la hay. En el Ministerio de Producción y Trabajo hay una visión industrialista, pero si se considera la política económica, fiscal y financiera, la inserción internacional, las nuevas tecnologías y demás, hoy no hay una política integral hacia la industria.

—Sin embargo, algunos economistas dicen que buena parte de la industria argentina –salvo algunas pocas ramas– no sería viable por falta de productividad y de competitividad aun con subsidios y medidas integrales… Si en promedio la industria está 10% abajo, hay ramas con desplomes del 25 o 30%. ¿Es así?¿ Son viables?

Dragun: Los sectores industriales son viables, tanto aquí como en otras partes del mundo, según la estructura de costos, de tributos, tasas de interés… Es cierto que hay sectores que les cuesta competir en particular por el avance de China o por situaciones particulares de Brasil. Pero la viabilidad de los distintos sectores depende de la política macroeconómica y de las políticas específicas para cada sector y de la integración con el entramado productivo. En la Argentina, la suma de todos esos factores lleva a que haya muchas ramas de producción y empresas a las que resulta mucho más difícil o complicada su existencia. Pero, al mismo tiempo, generan empleo y en especial a nivel regional.

Coatz: Un estudio de OCDE sobre América Latina muestra que, en promedio, la productividad “puertas adentro” de la industria argentina es la más alta de América Latina, el doble que la de México, mejor que la de Brasil o la de Chile. Puertas adentro hay buena productividad pero las políticas macroeconómicas cambian los resultados y la competencia con China, que compite con escalas y subsidios, se torna muy difícil.

Dragun: Así es. Los costos extra-fábrica cambian las ecuaciones de las empresas. El año pasado los costos logísticos subieron 60/70%; ni hablar de los costos financieros a la hora de programar una inversión, sumado a la dificultad de prever tipo de cambio, tasas de interés…

Coatz: La política macroeconómica es el pilar fundamental de política industrial. Un país puede tener la mejor política industrial pero si los precios relativos no se ajustan, la tasa de interés no baja y el mercado interno no crece, el resto es secundario.

—Desde Brasil plantean reformular el Mercosur. ¿Cómo ve la industria esa iniciativa?

Dragun: Brasil es nuestro principal socio comercial. La caída de la actividad brasileña entre 2014 y 2016 afectó a la industria argentina. Las exportaciones industriales argentinas a Brasil avanzaron en 2017 por la tenue recuperación brasileña. Con Brasil, somos moderadamente optimistas pero hay que ver hacia dónde se dirige el Mercosur.

—Se dice que el gobierno de Bolsonaro quiere reducir el arancel externo común y dirigir el intercambio comercial brasileño hacia el Norte. ¿Es así?

Coatz: La última reunión bilateral fue muy buena. El Mercosur es muy importante para Brasil. Hay que esperar. Brasil tiene políticas de Estado y salirse de ellas no les resulta tan fácil. Nuestra mirada es de optimismo moderado de cara al crecimiento brasileño.

—¿Puertas adentro, cómo están las distintas ramas industriales?

Vienni: A principios de 2018, esperábamos una caída en el año más moderada de la que efectivamente se produjo. Veíamos tres velocidades. Cemento, acero y autos a la cabeza. Otros sectores en posición intermedia, como algunos rubros de alimentos, metalmecánica, químico y petroquímica. Y sectores, muy vinculados al mercado interno, a la baja, como indumentaria, gráficos, textil, calzado… ¿Qué pasó? Las complicaciones macroeconómicas, el salto del tipo de cambio, la suba de las tasas de interés, llevaron a que prácticamente todos los sectores estén en caídas, profundizando el desplome de los sectores que estaban en esa tercera velocidad. En el caso del acero, también ya hay un descenso porque vende a la construcción (casi la mitad), al sector automotor y a metalmecánica. Esos sectores empezaron a descender meses atrás…

—¿Qué número le ponen a la producción industrial de 2019?

Vienni: El primer semestre va a estar con una caída del 5/6% y el segundo con alguna recuperación, pero con el año con varios puntos abajo del 2008. Todo va a depender del segundo semestre, de la tasa de interés, de la inversión pública, Brasil y la agenda microeconómica. Desde la UIA se aportaron medidas en materia de políticas tributarias, beneficios regionales, el entramado pyme, e incorporar tecnología que va a hacer funcionar el empleo.

—El empleo industrial sigue en baja con un descenso de más de 60.000 asalariados registrados en el último año, según datos oficiales…

Vienni: Y más de 100.000 con relación a fines de 2015. Para la pyme que genera empleo un tema clave es el crédito, el financiamiento. Argentina ocupa el puesto 40 en el índice de desarrollo humano y el 168 en la relación crédito/PBI. Un relevamiento reciente muestra una falta de acceso de conocimiento del mercado de capitales. El 70% de las pymes se financian con fondos propios y con dificultades operativas cuando buscan habilitar operaciones de crédito. Además, programas que estaban vigentes fueron desapareciendo. La línea de crédito del BCRA a las pymes fue bajando y desapareció a fin de año.

Coatz: La política industrial es parte de una agenda de desarrollo. Desde 2012, la industria está estancada, con políticas oficiales pendulares. La política industrial debe ser integral y no lo es.

Fuente: https://www.clarin.com/economia/uia-politica-economica-anula-competitividad-industria_0_Ui0ndqZfh.html

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